Columna de Opinión: SELVA POLÍTICA
Por: Elena Benítez Leal
Carlos Torres Piña: el candidato del miedo y las contradicciones
Carlos Torres Piña, señalado como el próximo candidato de Morena a la presidencia municipal de Morelia, ya da señales preocupantes sobre su estrategia electoral. En lugar de construir un proyecto sólido y cercano a las necesidades de la ciudadanía, ha optado por desviar la atención hacia Alfonso Martínez, actual presidente municipal, exigiendo su renuncia bajo el argumento de «congruencia y respeto a la ciudadanía». Sin embargo, esta postura plantea más preguntas que respuestas: ¿por qué alguien con el respaldo del aparato gubernamental estatal necesita condicionar las reglas del juego electoral? ¿Acaso teme enfrentar a un rival con respaldo popular?
A pesar de tener a su disposición un entramado de secretarías estatales y recursos de Morena, Torres Piña parece mostrar una inseguridad que se traduce en discursos que no conectan con las verdaderas preocupaciones de los morelianos. Además, su insistencia en señalar a Martínez por presunto uso de recursos públicos para promover su imagen revela un discurso contradictorio, pues él mismo ha sido acusado de utilizar su posición en la Secretaría de Gobierno para fortalecer su estructura política.
¿Condicionar elecciones o anticipar una derrota?
La postura de Torres Piña no solo es contradictoria, sino también un reflejo de las viejas prácticas de la política mexicana, donde el miedo a perder impulsa intentos de descalificación anticipada. Más allá de los señalamientos hacia Alfonso Martínez, el morenista debería preguntarse si realmente tiene algo que ofrecer a los ciudadanos de Morelia. Con todo, es evidente que su estrategia no parte de propuestas concretas, sino de buscar debilitar a su principal adversario.
Ahora bien, ¿qué tanto beneficia a los ciudadanos esta estrategia de ataque? A primera vista, nada. Hasta cierto punto, parece una táctica para desviar la atención de los problemas internos de Morena y su incapacidad de consolidar liderazgos legítimos en la capital michoacana. Por otra parte, es preocupante que su discurso se centre únicamente en criticar a Martínez, dejando de lado la construcción de un proyecto político que verdaderamente aborde las necesidades urgentes de Morelia.
La simulación de siempre: un problema sin resolver
Mientras Torres Piña denuncia el presunto uso de recursos públicos por parte de Alfonso Martínez, Morelia enfrenta una crisis que parece invisible para los políticos. La inseguridad, la falta de servicios básicos como agua y luz, y el deterioro de la infraestructura urbana siguen siendo los grandes pendientes. Sin embargo, el morenista no ofrece soluciones claras para estos problemas. En lugar de ello, recurre a una retórica de ataques que poco contribuyen a generar confianza en el electorado.
Por otra parte, resulta irónico que Torres Piña critique a Martínez por mantenerse en el cargo mientras busca la reelección, cuando él mismo utilizó su posición como secretario de Gobierno para fortalecer su plataforma electoral. Es decir, Torres Piña no solo parece caer en la simulación que tanto denuncia, sino que además demuestra una falta de autocrítica que pone en duda su capacidad para gobernar con transparencia y congruencia.
¿Qué necesita Morelia? Un liderazgo auténtico, no simulaciones
En definitiva, los ciudadanos de Morelia no necesitan candidatos que basen su campaña en ataques y contradicciones, sino líderes que ofrezcan propuestas claras y soluciones reales. Torres Piña debería centrarse en construir un proyecto político que atienda las necesidades de la población en lugar de condicionar la contienda electoral con exigencias que solo muestran su inseguridad.
En suma, Morelia merece una elección limpia y centrada en los intereses de los ciudadanos, no una batalla de discursos vacíos y ataques anticipados. La pregunta que queda es: ¿está Carlos Torres Piña dispuesto a demostrar que puede liderar con propuestas en lugar de con descalificaciones? Por ahora, parece que la respuesta sigue siendo un rotundo no.